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TEST : RENAULT 19 RN 1.6i 1995 ARGENTINA




Dentro de la gama que presentó CIADEA para el '95, el Renault 19 RN 1.6i de tres volúmenes aparece como una atrayente oferta para el usuario. En especial esta versión la más económica en 4 puertas. Se trata de la equipada con motor 1.6 litros (conocido por todos en otros modelos de Renault con árbol de levas lateral) y elementos de confort dignos para su categoría y precio final. Hasta el año pasado, la línea "19" tenía importantes baches. Se saltaba de una versión "full" con motor 1.7 litros y equipamiento generoso con carrocería de tres volúmenes, a uno de dos volúmenes con este mismo motor 1.6 litros, y equipo menor. A partir de la gama '95, el mercado puede elegir entre dos y tres volúmenes con mayo o menor equipamiento y motorizaciones de distintos niveles, incluyendo la Diesel.
Un paso importante para un auto que apenas apareció en el mercado mostró garras para luchar en una de las franjas más disputadas por terminales e importadores.
Lo sorprendente de este motor 1.6 litros que utilizó el R11 y R9 además del R12 en sus postreras versiones, es que en el termino de tres años y meses perdió 8 CV. Primero debido a que CIADEA se acogió a las normas municipales capitalinas sobre polución. En esa ocasión de 82 CV pasó a 78 CV. Ahora, pese a que el carburador ha dado paso a la inyección monopunto (sistema que no incrementa la potencia pero tampoco la degrada) aparece con 74 CV declarados por manual y ficha técnica oficial. Según CIADEA se lo adaptó a las características de las naftas brasileñas.
Esta diferencia se nota y las cifras de performance lo testifican. El motor 1.6 ha ido perdiendo bríos y en este caso, montado sobre un auto de más de 1.100 kilos en orden de marcha ha llevado la relación de peso / potencia a mas de 15 Kg por CV DIN.
-Diseño/Aerodinamia : Similar imagen exterior que los R19 de tres volúmenes.
Algo más parado de atrás, con rodado más chico, cubreruedas de diseño formal, menos deportivo y un Cx que no varía (0.31). Despeje interesante considerando las condiciones de nuestras rutas y caminos de tierra, hacen que este RN 1.6i muestre una adecuada adaptación a nuestros caminos.
-Posición de manejo : Si partimos de la base que no se regula ni el asiento ni la columna de dirección, es fácil suponer que la posición frente al volante se adapte más a los "cortos" que a los "largos". Y es así. Un señor de 1.80 metros rozará la pierna derecha contra el aro del volante cada vez que pise el pedal de frenos. Con referencia al RN testeado en septiembre de 1993 la altura entre el cojín del asiento delantero y el techo ha disminuido en 4 cm (¡!). Más que importante. Tomando como promedio un conductor de 1.73 m, la ubicación del conductor frente al volante apenas llega a "eximirse". Para los de más estatura, deberá rendir examen en Diciembre.
-Instrumental : Respecto al RT "Full", se nota la falta de indicador de nivel de aceite en cárter, el resto está alojado en los mismos sitios dentro del panel. Pasó a la historia -por el bien de los usuarios- el gran instrumento de nivel de combustible en donde iba el cuentavueltas. Sin embargo el error del velocímetro es alto (casi un 10%) y carece de reóstato de iluminación .
-Espacio interior / Acceso : Hay mejores y también peores. Pero esta dentro de los limites coherentes para un auto de su segmento. Las plazas traseras son las más penalizadas por la suma de apertura y forma de las puertas, altura del techo y asientos. Las partes mecánicas no ofrecen problemas. Como establecimos, hay 4 cm menos entre asiento del conductor y techo. ¿Por que?. Un misterio.
-Visibilidad / Luces : Sin mayores inconvenientes aunque el parante posterior es algo grueso. Las escobillas son de buena calidad y no manifestaron falencias bajo la lluvia. Las luces bajas son buenas, las altas podrían mejorarse levemente. Los espejos externos (de comando interno manual) cumplen correctamente con su función.
-Climatización : Más que correcta para un auto de su categoría. En posición máxima recircula el aire del habitáculo. Forzador progresivo.
-Equipamiento : Lo diferencia de sus hermanos más caros, la falta de cinturones de seguridad inerciales posteriores, indicador de nivel de aceite en cárter, columna de dirección y asientos delanteros no regulables en altura, comando manual de espejos externos, regulación lumbar, reglaje interno de faros y otros detalles menores.
Para su precio y tipo de auto, el equipamiento es bueno.
- Motorización : Al comienzo de esta evaluación, expusimos nuestro interrogante acerca de la sucesiva perdida de potencia del motor 1.6 litros de Renault, conocido como "el varillero" por disponer de árbol de levas lateral. Cuenta con un limitador a 5.700 rpm, entre cambios que se incorporó junto con el sistema de inyección "monopoint". No es un propulsor actual y su relación CV/Litro apenas llega a los 47 caballos por cada 1.000 cm3 de cilindrada.
Su funcionamiento es adecuado y la experiencia de años de uso ha sido volcada en él. No hay quejas importantes pero muestra su desactualización respecto a otros 1.6 litros (VW, Fiat, Peugeot 405 GL, sin incluir los importados).
-Aceleración / Reprise : La potencia perdida a través del tiempo se comprueba al realizar las pruebas de performance, aceleración y elasticidad o recuperación en cambios altos. Su peso real de 1.112 Kilos lleva la relación de peso / potencia a superar los 15 Kg / caballo fuerza. Prestaciones poco briosas para un 1.6 litros versión 1995.
-Velocidad Máxima : La velocidad final fue la menos damnificada en este proceso declinante de potencia sufrido por el motor 1.6 litros. Debido a un Cx más eficiente este R19 iguala la lograda por el R11 TXE en su momento y con 8 CV plus. Los 166.6 km/h no aparecen como una cifra interesante pero tampoco desentona demasiado. El régimen correspondiente a esa velocidad (que se obtiene en 5ta marcha) es de 4.900 rpm, pero que se logra luego de varios "kilómetros lanzado".
-Consumo promedio : Muy parecido al del RN a carburador. A 90 km/h en 5ta y a velocidad constante alcanza con 6.4 litros en tanto a 120 km/h en iguales condiciones el valor llega a 7.9 litros. En ciudad, manejando en cambios altos, son suficientes 9.3 litros por cada centenar de kilómetros.
-Autonomía : Se dejó de lado definitivamente el tanque de 47 litros. En su lugar (bienvenido sea...) se incorporó uno de 55 litros (tal como pedimos oportunamente) que mejoró notablemente la autonomía. A 120 Km/h constantes llega a Córdoba y si pudiera desarrollar 160 Km/h en nuestras rutas, llegaría a Mar del Plata sin repostar. En ciudad, con manejo cuidadoso, recorrerá 591 kilómetros antes de llenar el tanque.
-Transmisión : Tracción pareja y sin "zapateos" en pruebas de aceleración. Tiran las dos ruedas juntas, sin irregularidades. El embrague no mostró fatigas y es de acople suave aunque algo lento. Las relaciones de caja y puente son las mismas que en el RN 1.6 a carburador de dos volúmenes.
-Comando de caja : Como en casi todos los Renault hace falta un periodo de acostumbramiento y otro tanto de "ablande" del sistema. Una vez que el auto tiene unos 5.000 kilómetros el varillaje es menos áspero, los frenos entre cambios van desapareciendo y el uso se hace más agradable, menos fatigoso. Preciso, seguro con MA con anillo de seguridad. Los longilineos que lleven el asiento atrás de todo e inclinen levemente el respaldo encontrarán que el selector de cambios les queda algo relajado, en especial al conectar la 5ta marcha.
-Dirección : Buen nivel de asistencia, no insensibiliza y colabora como debe en maniobras de estacionamiento. Radio de giro algo exagerado para un auto de su tamaño. Respuesta lenta del sistema ante solicitaciones imprevistas. Volante de "grip" adecuado y tamaño ídem.
-Frenos : Convencional, con discos adelante y tambor atrás. Buen resultado final, con pedal firme, sin fatigas ni vibraciones y distancias coherentes en las pruebas de "panic stop". No mostró tendencias a bloqueo prematuro. Sigue la tradición Renault de los últimos años.
-Comportamiento / Suspensiones : Hemos dejado aclarado, en más de una ocasión, que entre suspensiones "soft" o muy mullidas y las duras o ásperas, nos quedamos con estas últimas por un elemental problema de seguridad en la conducción. Es preferible sacrificar algo de confort de marcha en una calle empedrada de Buenos Aires que jugarse la vida en la ruta ante una maniobra de emergencia. Dentro de este ámbito, el RN 1.6i se mostró algo "saltarín" con un solo ocupante en calles desparejas pero con buen comportamiento en ruta, arrojando un resultado final equilibrado para el usuario promedio. En curva se observó una tendencia muy definida a subvirar, mucho más que en alguno de sus hermanos de sangre. Eficientes las Fate AR-30.
-Confort / Terminación : Insonorización mejorable a altas velocidades, en especial por "chiflidos" de viento. Buenos materiales interiores (plásticos) que no se quejaron después de 7.000 Km recorridos desde su salida de planta.
Vale el mismo concepto para la falta de filtraciones de polvo / agua en habitáculo y baúl.
-Baúl / Accesorios :Rueda de auxilio al estilo francés. Externa y bajo nivel de baúl. Como para ensuciarse bien ante una pinchadura inoportuna ... (en realidad, nunca son oportunas ¿no?). Crique de buen funcionamiento y baúl de capacidad generosa para una familia tipo. Similares virtudes a otros R19 de tres volúmenes.
-Precio comparativo : Por encima de sus rivales (con menos equipo de serie) como el VW Pointer y el Ford Orion de igual cilindrada. Más barato que el 405 GL importado por Sevel con motor 1.6 litros y por encima del Fiat Tipo 1.6. Está en el medio de la tabla a la hora de la decisión. Ofrece algunas ventajas respecto a sus rivales y muestra alguna desactualización en el rubro motorización que incide en las performances y el consumo.
Su precio no es atrayente pero tampoco lo penaliza. Los que compran un Renault están acostumbrados a pagar un poco de más. Este RN 1.6i no es la excepción.
-FUENTE : REVISTA ROAD TEST

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